Cuando queremos cambiar el colchón nos lo pensamos mucho, y es que ya estamos tan acostumbrados a ese, que cambiar a uno nuevo nos cuesta. Los expertos recomiendan cambiar el colchón después de 8 o 10 años de utilización, ya que a partir de aquí, éste pierde su higiene y su confort, haciéndose más incómodo y deforme. Pero ¿Qué pasa cuando cambiamos de colchón? Que estamos acostumbrados a la incomodidad del viejo que el nuevo no nos parece cómodo y nos cuesta adaptarnos. Por eso, hoy te vamos a contar cuál es el periodo de adaptación a un colchón nuevo.

Periodo de adaptación a nuestro nuevo colchón

Como bien hemos dicho adaptarnos a nuestro nuevo colchón puede ser difícil y a veces cuando pensamos en cambiar de colchón, nuestro mayor temor es si escogeremos uno que no nos sirva. Por eso, siempre es mejor comprar aquel colchón que se adapte mejor a nuestras necesidades asegurándonos así que es el que mejor se adapta a nosotros. Aun así, al principio, notaremos la diferencia e incluso nos costará adaptarnos a él, pensando que nos hemos equivocado con nuestra compra. Pero tranquilo. Que necesitas adaptarte a él.

Al principio puede que no descanses bien, que por la mañana sientas molestias sobre todo en los lumbares, que te levantes como si te hubieran dado una paliza, pero no te preocupes porque estas molestias remitirán en unas escasas dos o tres semanas. Sin embargo, si no remiten puede ser que hayas comprado el colchón incorrecto.

Por eso es imprescindible asegurarte de que compras el colchón qué mejor te conviene y con unas garantías de calidad, para que así, no sufras las consecuencias de comprar barato y sin pensar en tus necesidades a la hora de descansar durante la noche.

A veces sufrimos momentos en los que no dormimos bien, nos despertamos a horas que no debemos y no logramos conciliar el sueño de nuevo, la ansiedad no nos deja descansar como debemos y esto provoca que estemos cansados y no podamos afrontar nuestra rutina diaria. Para combatir el insomnio creado por la ansiedad debemos poner en marcha un plan de acción y cambiar aspectos de nuestra vida adoptando buenos hábitos. Te vamos a dar unas recomendaciones para que puedas dormir bien.

• El horario: Márcate una rutina de sueño y vete siempre a la cama más o menos a la misma hora, así acostumbrarás a tu cuerpo a tener una rutina. Lo mismo debes hacer con la hora de levantarte, siempre a la misma. Si alguna vez trasnochas, no te levantes al día siguiente demasiado tarde para no alterar tu ciclo de sueño/vigilia.
• La habitación: Ten siempre el dormitorio bien ventilado, con una temperatura agradable y alejado de los ruidos y de la luz. Intenta que sea lo más cómodo y confortable posible, así tu cuerpo se encontrará cómodo y con ganas de descansar.
• Deporte: Mantente activo y practica ejercicio con regularidad, esto te ayudará a favorecer el descanso y liberar tensiones. Intensa siempre practicarlo tres horas antes de irte a dormir, ya que si lo haces poco tiempo antes de acostarte puede producir el efecto contrario.
• Actividades en la cama: Intenta no utilizar la cama para ver la televisión, leer, escuchar la radio o cualquier actividad que necesite concentración, ya que esto hará que te actives y no concilies el sueño. Intenta utilizar la cama solo para dormir.
• Postura y ropa: Adopta una postura con la cual estés cómodo, y en cuanto a la ropa, utilízala holgada, cómoda y que no te apriete.

Pon en práctica estas recomendaciones y lograrás conciliar el sueño y tener menos ansiedad.

Muchas son las personas que tienen por costumbre dormir boca abajo. Una postura que pone a tu cuerpo en riesgo de padecer algunas dolencias. Normalmente, los dolores que sufrimos en la espalda están provocados por la forma que tenemos de dormir. En este contexto, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid dio a conocer algunos consejos para descansar bien durante la noche y corregir la postura en la que nos acostamos.

Riesgos de dormir boca abajo

Quizás no lo sabias pero dormir boca abajo tiene sus riesgos para la salud de tu espalda y tu descanso.

• Al acostarnos boca abajo, nos obligamos a dormir con el cuello girado hacia un lado para poder respirar. Esto hace que modifiquemos nuestra curvatura cervical.
• Si dormimos boca abajo, estamos aumentando nuestra curvatura lumbar, por lo que estamos más expuestos a sufrir posibles lumbalgias.
• Repetir el hábito de dormir boca abajo durante 7 u 8 horas todos los días hace que seamos más propensos a sufrir lumbalgias, tendinitis, dolores de ligamentos y problemas músculo esqueléticos que empezamos a sufrir y no nos damos cuenta hasta que empezamos a sentir los síntomas, cuando ya la patología está en un estado muy avanzado.

Consejos para descansar

Corregir la postura es muy importante para evitar todo este tipo de dolencias, por eso os traemos algunos consejos para que tengas en cuenta a la hora de dormir.

• Evitar dormir boca abajo y sin cojín.
• Intentar dormir de espaldas y con una almohada en la cabeza y otra en las piernas.
• Si duermes de lado, hazlo con un cojín entre las piernas para mantener las rodillas y las caderas semiflexionadas.

Ya sabes que si duermes boca abajo debes dejar de hacerlo, ya que son muchas las ocasiones que nuestra postura al dormir es la culpable de nuestras dolencias y nuestro cansancio por las mañanas.

Cuando llega la hora y tu niño deja de ser un bebé, y de dormir en una cuna debe pasar a dormir en la cama, nos ponemos como locos buscando una habitación lo más bonita posible. Queremos todo a juego, que tenga toques infantiles, pero no tanto, que sea un color vistoso pero no llamativo, pero, ¿pensamos en el colchón de la cama? Muchas veces es una cosa que se nos escapa de nuestros pensamientos y no caemos en la cuenta de que la decoración de la habitación es secundaria y lo más importante es el colchón donde nuestro hijo dormirá durante más de ocho horas. Así que hoy te contamos algunas características que debes tener en cuenta para elegir un buen colchón para la nueva cama e tu hijo:

1. Un colchón para tu niño debe tener una estructura firme y debe ser lo más flexible posible para que su peso se reparte en él uniformemente y además le deje libertad de movimiento.
2. Deben estar compuestos de materiales transpirables para que el niño duerma a la temperatura adecuada para su descanso.
3. Debemos asegurarnos que el colchón haya sido tratado con tratamientos antialérgicos y además utilice materiales antiácaros. Así evitaremos reacciones alérgicas.
4. Es conveniente que vengan con fundas protectoras desenfundables, así será más fácil limpiarlos cuando se manchen.
5. El grosor de los colchones para niños debe ser de unos 12-18 centímetros, ya que ellos pesan poco y no necesitan que sean tan gruesos como los de los adultos.
6. Y por supuesto, y lo más importante, un colchón debe aportar comodidad para que así nuestros hijos puedan dormir el mayor número de horas posible.

Con esas características que aquí enumeramos esperamos haber dejado claro la importancia que tiene buscar un buen colchón para nuestros hijos a la hora de montarles su nueva habitación.

Muchas personas duermen sus ochos horas y se levantan cansadas y con más sueños, esto es consecuencia de no tener un buen descanso. Son mucho los factores que influyen en el buen descanso de las personas es por ello que aquí vamos a destacar algunos de ellos.

1. Colchón: Lo más importante para descansar bien es tener un buen colchón, el cual debe adecuarse a nuestra anatomía y forma de dormir. Además del colchón también es de vital importancia la almohada, la cual deberá ajustarse a nuestras necesidades de descanso.
2. Oscuridad: Para un buen descanso es mejor tener la habitación en total oscuridad. No tener luces encendidas que confundan a nuestro reloj biológico.
3. Bebidas con cafeína: Para asegurarnos de que cuando llegue la hora de dormir podamos descansar, es mejor evitar beber bebidas con cafeína seis horas antes de dormir.
4. Relajación: Si eres una persona nerviosa y coger el sueño a la primera te cuesta una vida intenta técnicas de relajación: medita, escucha música en un volumen bajo, en definitiva, intenta relajarte de la mejor forma que sepas.
5. Objetos que distraen: Debemos evitar dormir mirando el móvil, la televisión o las tabletas, ya que esto confunde a nuestro reloj biológico, el cual cree que aún no es hora de dormir. También es buena idea apagar el wifi de la casa, ya que tenerlo encendido mientras se duerme puede provocar dolores de cabeza.
6. Ruido: Lo mejor es dormir sin ruido, y aún más si eres propenso a despertarse con un soplido. Si eres de los que se despierta con cualquier ruido puedes utilizar tapones para los oídos.
7. Higiene: Antes de dormir siempre es bueno desmaquillarse y lavarse los dientes, pero deberíamos hacerlo unas dos horas antes de dormir porque normalmente estas actividades se hacen con luz artificial fuerte, la cual hace que nos espabilemos.
8. Cena: La cena debemos hacerla moderada y no en abundancia, ya que acostarse con el estómago pesado puede hacer que no descansemos como debemos.

Ten en cuenta estos consejos si eres de los que pueden dormir once horas que aun así te levantas cansado. Quizás deberías cambiar algunas de tus rutinas para que el descanso profundo llegue a ti.

¿Alguna vez has pensado cuanto tiempo invertimos en dormir? Pues nosotros te lo decimos: un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo, por tanto ya puedes imaginar lo importante que será tener un buen colchón en tu cama. En general, debemos tener una cama confortable, que no haga ruido y que tenga un colchón bueno, para así cumplir con los hábitos de descanso que nuestro cuerpo necesita. Te contamos aquí por qué es tan importante tener un buen colchón.

Cómo afecta el estado del colchón en el sueño

1. Dolores de espalda: Un buen colchón hará que tu columna vertebral se mantenga recta durante el sueño, lo que evitará que tengas problemas de espaldas en un futuro. Si te levantas con dolores de espaldas es porque tu colchón te está pidiendo a gritos un cambio.
2. Evita alteraciones en los patrones del sueño: Un buen colchón puede evitar tus despertares nocturnos e incluso tu insomnio, sí como lees. Si tienes problemas para dormir quizás tu solución está en cambiar el colchón, ya que un buen colchón evita que tu cuerpo se sienta incómodo y como consecuencia de ello no puedas coger el sueño.
3. Asma y reacciones alérgicas: Has notado que tu asma o alergia ha empeorado. Ahora eres más asmático. Pues quizás la solución es cambiar el colchón, ya que un colchón viejo acumula más ácaros que los nuevos.
4. Dermatitis: Si tienes piel atópica debes ventilar y lavar más a menudo el colchón, y si es muy viejo deberás cambiarlo por uno nuevo cuanto antes, ya que los colchones viejos acumulan más ácaros y esto hace que la piel sufra más.

Como ves, es muy importante tener un colchón en buen estado, ya que de ello dependerá tu descanso y bien estar. Los expertos recomiendan que lo ideal es cambiarlo cada 10 años aproximadamente, aunque en algunas circunstancias de salud sería necesario hacerlo antes. Así que ya sabes tu colchón debe estar en buen estado para garantizarte un buen descanso y una buena salud.